El Narrador de Colombia (Perfil de Jorge Eliécer Torres Sarmiento)

Foto de Cápsulas del Fútbol de
Alfredo Carreño 

El Estadio Atanasio Girardot está de fiesta, el clásico montañero le da un gran ambiente a uno de los espectáculos con más emoción que se vive en la ciudad de Medellín. Los equipos ya están en el gramado, las barras corean a sus jugadores mientras “el coloso de la 74” está vestido de verde y rojo. Todos los asistentes están listos para disfrutar del partido. En una cabina, una persona baja, moreno y robusto se prepara para su entrada en la trasmisión de radio. En esos segundos previos calienta su voz, toma un vaso de agua y se encomienda al Altísimo. El balón está en el círculo medio y su compañero hace el llamado a la caja de bateo, (cantando) “aquí está el número uno, el narrador de Colombia, Jorge Eliécer Torres, un canto a la emoción del fútbol”, de repente suena el single de presentación y llegó la hora. El muy calmado personaje se trasforma y lanza un grito ante el micrófono: “bienvenidos al clásico de la montaña ¡Suena el pito, Colombia!”.

EL BICHITO.

“No había cumplido los 17 años cuando inicié en la radiodifusión en 1978”, me dijo Jorge en el lobby del apartamento donde vive en Medellín. “Ya estaba tocado por el bichito de la radio para ese entonces. Quería ser locutor, así que busqué las diferentes maneras para llegar y tuve la fortuna que a través del camino del fútbol alcancé lo que hoy es mi vida”, agregó este Samario de 50 años, mientras se acostumbra a la no muy cómoda banca donde nos sentamos.

“Yo jugaba en la corporación de fútbol del barrio Maria Eugenía y gracias a que estudiaba tuve la oportunidad de ser el secretario de prensa del equipo aficionado que disputaba el torneo de Santa Marta. Un día Caracol fue a trasmitir a nuestra cancha y me entrevistaron para entregar unas estadísticas, era la oportunidad de mi vida y me pegué una despachada. Tuve la fortuna que el gerente de la emisora, Augusto Granados, me escuchó y me fue a buscar al terreno de juego para conocerme. Quedé muy sorprendido con su visita, porque yo joven, de pantaloneta, de chanclas y con afro. Me invitó a que me integrara en el grupo deportivo de Caracol Radio. En 1978 arranqué en el proceso normal, desde cargando cables en el estadio, haciendo remotos, estadísticas, vestuarios, etc.”.

“Debido a la salida del locutor del fútbol aficionado a don Augusto se le metió que yo tenía tono de narrador. Esa era mi ambición pero ya me había dado cuenta que no era tan fácil. A él le pareció que lo hice muy bien, a mí que fue un desastre, pero poco a poco se fue mejorando, con mucho gusto y ganas aquí estamos, bendito sea Dios”.

En 1979 Jorge tuvo un paso muy fugaz por Todelar, llevado por Joaquín Sierra, considerado como el mejor comentarista de Santa Marta, empezó a narrar fútbol profesional. Pero, a los seis meses Radio Galeón le hace una oferta y él decide iniciar ese nuevo proyecto, en el cual estuvo cerca de 4 años como narrador y director, aun siendo muy joven.

“En esos cuatro años acompañamos al Unión Magdalena en casa y en todo el país. Fue una de las experiencias más hermosas porque cuando trasmitíamos de visitantes yo hacía todo, montaba los equipos, narraba, comentaba, hacía camerinos, comerciales,  estadísticas y eso me permitió aprender mucho. Yo solo me daba cambios, hasta el punto que hacía toda la trasmisión sin ayuda. Todo lo que viví me sirve mucho porque el narrador de hoy no se puede quedar en los 90 minutos, el actual debe participar de los programa, expresar conceptos y aportar al servicio”.

“De joven, sin desconocer su grandeza, yo admiraba más a tres locutores del interior que a Edgar Perea, debería ser al contrario porque Perea era de la costa y yo de Santa Marta. Pero, prefería el relato de Roger Araujo, Jorge Eliécer Campuzano y Armando Moncada Campuzano. El hecho de tirar hacía el interior hizo que tuviera un estilo distinto al del medio. A esto también me ayudo el viajar tanto con el Unión, lo que me permitió ver y aprender de las diferentes transmisiones deportivas de cada ciudad”.

 LA MANO TENDIDA, MI RAZÓN DE VIVIR.

“Es mi vida, es mi razón de vivir, es una mano tendida, el progreso, el desarrollo, RCN es todo.” Así describe Jorge a la Radio Cadena Nacional que ha sido su hogar por 28 años. “Me contrataron Pachito Restrepo, el director nacional de deporte y don Ricardo Londoño, el presidente de la compañía. Ambos, después de varios intentos, me fueron a buscar al barrio”.

Para esa época Caracol y RCN se peleaban la cantidad de números uno por ciudad, y Santa Marta era un caso especial porque Jorge y sus compañeros en una emisora independiente, como Radio Galeón, eran los líderes. Entonces RCN les plantea el proyecto.

“Con RCN Santa Marta rápidamente llegamos al primer lugar, era profeta en mi tierra, tenía un gran reconocimiento y estaba muy satisfecho con la labor que hacíamos en Magdalena. Por lo tanto en ningún momento pensé en irme al interior, aun tiendo tantas ofertas. Yo era el que prendía ese estadio”.

DE SANTA MARTA PARA EL MUNDO

“Yo tenía todo listo para ir al mundial de Italia 90´, fui acreditado ante la FIFA pero no asistí porque había narradores en plazas más importantes. Después del mundial, el presidente de la cadena me dijo que había perdido la oportunidad de ir por no estar en una ciudad grande. Gracias a eso entendí que el progreso y el desarrollo marcan la necesidad y la obligación de venir al interior del país”.

Jorge Llega a Cali en 1991 para inaugurar Antena 2, con Marino Millán, que nace de la necesidad de dejar a la Cadena Básica con las noticias tranquila y tener una cadena exclusivamente deportiva, lo cual era muy importante porque para ese entonces el deporte colombiano contaba con deportistas que se destacaban a nivel mundial como Lucho Herrera y Fabio Parra en el ciclismo; Los Valderrama, los Higuita y los Asprilla en fútbol, entre otros.

“Ya en 1993 llego a Medellín a reemplazar a Jorge Eliécer Campuzano, quien se había ido con Wbeimar Muñoz. Después vino mi primer mundial, Estados Unidos 1994, en el que asistí con Rouget Taborda  y Salvador Dalí”.

“La oferta de Carlos Antonio Vélez, me llegó en 1995, para  trabajar con él en Bogotá y reemplazar al “Emperador” Marco Antonio. Once años trabajamos en uno de los grupos deportivos más completos de Colombia, con Carlos Antonio, Henry “El Bocha” Jiménez, Guillermo Alfonso Mejía, Claudia Helena Hernández, Aldo Barbosa, Vicente Castillo, Narciso Cárdenas y Mauricio Osorio. Nos fue extraordinario”.

“Para el 2005 Carlos Antonio resuelve no ir más al Campín y se decide reestructurar el grupo, así que yo pido que me reubiquen en Medellín y para el segundo semestre del 2006, después del mundial de Alemania, llego nuevamente a la Bella Villa. Cinco años de muchas alegrías y una gran satisfacción. Todo gracias al amor y la pasión que se le entrega al trabajo, hasta el punto que si me ganará el baloto, cosa bastante difícil porque no lo juego, lo primero que haría al otro día es ir al edificio Coltejer a hacer el programa deportivo de la mañana. Yo no concibo mi vida sin la radio, sin un programa deportivo donde me pueda expresar, donde pueda hacer lo que me gusta y tener una cercanía con la gente”.

“En Medellín nos ha ido muy bien, bendito sea Dios, y en eso tengo que agradecerle a toda la gente en Antioquia que nos ha recibido de excelente forma y de nuestra parte también hemos puesto un enorme sacrificio con alto sentido de pertenencia, moviéndonos por todos los estadios de Antioquia, ir a Guarne, trasmitir en Itagüí, llegar al Atanasio, salir para Barbosa, devolvernos para Envigado y subir a Rionegro, todo eso con mucho gusto y ganas. Priorizando el servicio, haciendo un trabajo bien hecho, sin preocuparse por estar en el primer lugar sino por realizar lo mejor de lo mejor para el disfrute del selecto oyente”.

“Otra gran experiencia es la Televisión. Mi primera transmisión fue en el Mundial de Japón y Corea, cuando Carlos Antonio hacía pareja con Perea y yo con Ricardo Henao Calderón. Ya son nueve años y aun se sigue vigente, teniendo en cuenta que en televisión los ciclos son muy cortos. Pero, las personas de Fútbol-manía están muy satisfechas con mi trabajo”.

“Los nervios al salir al aire son incalculables. Las luces, el maquillaje, las cámaras, el coordinador y el vamos al aire te produce mucho estrés. Mucha adrenalina e intensidad porque estar en vivo por RCN significa que te están viendo millones de personas”.

EL NARRADOR

Mientras Jorge empieza a moverse de posición para descansar en la banca puedo observar sus tres manillas en la mano derecha, una de Colombia y dos de los Santos Católicos.

“En Colombia los narradores de radio son reconocidos en todo el mundo, y por eso no me gusta que se les critique con tanta ligereza porque la gente no sabe todos los sacrificios que hay que hacer. Cuando se está trabajando y se tiene que subir el tonito de la voz domingo, miércoles, viernes, sábado y domingo y muchas veces dos partidos por día se debe hacer muchos esfuerzos, no salir a fiestas, dormir mucho, no trasnocharse, se pierden muchas reuniones sociales, grados, cumpleaños, bautizos, matrimonios etc. Pero, lo más espinoso sobre todo es no tener un fin de semana libre para la familia”.

“Salir de viaje dos meses para un mundial es un gran sacrificio, las personas creen que uno se va de vacaciones y no es así, muchas veces no se duerme, se come mal, se tiene que hacer informes para televisión, radio y prensa, salir de transmitir un partido por Fútbol-manía y llegar a Antena 2, se come mal. Como dice una canción de los Hermanos Zuleta, mi hermano y yo: “Quizás cuantas veces sin poder dormir y a veces con ganas de irme acostar”. Esto es como el payaso, se puede no estar en condiciones por tantas cosas que pueden pasar, pero hay que estar ahí y con la misma energía, el radioescuha no se puede dar cuenta de que pasa algo. Pero todo por cumplirle a la profesión, a la pasión, a la empresa y sobre todo al oyente”.

“Una vez en Francia estaba yo narrando y un amigo Samario que vive en allá me llamó y me dijo: Imagínese que por la Televisión Local se escuchaba la narración tuya por allá atrás y adiviné que dijo el presentador, que si Colombia hubiese salido con la velocidad con la que salió ese narrador ya estarían lejos.”

“Pero todo es por una pasión y un amor a lo que hacemos”, me dice Jorge entre risas, “tanto es así que si me ponen a escoger entre un problema grave de la voz y la impotencia me podrán seguir escuchando por muchos años”.

“Por eso es que yo admiro a tanto narrador en Colombia, como Edgar Perea  y su emoción fuera de serie, Sergio “El Mundialista” Ramírez, los hermanos Campuzano, Benjamín Cuello, Rafael Araujo Gámez, “Paché” Andrade, Marco Antonio Bustos, entre otro, hay muy buenos y en todas partes. El hecho de tener tan buenos locutores te permite aprender y poseer un poco de cada uno, para poder crear tu propio estilo”.

UN CANTO A LA EMOCIÓN DEL FÚTBOL

Al momento de construir una narración es muy importante ponerle el sello personal a cada uno de los relatos, Jorge utiliza mucho las expresiones, “Hay Júbilo Rojo”, “Hay Júbilo Verde”, “Hay Júbilo Inmortal”, “Venga esa mano mi hermano”, “Aquí está tu hijo”, “Pa’ lante es pa’ lla”, “Hay que poner el alma”, “Suena el pito Colombia”, “y esa era la jugada”,  entre otras.

“Todo hace parte de un espectáculo, esas frases son las más naturales porque en las sencillez de las cosas está el mismo éxito. La tan recordada frase de “Y esa era la jugada” nació de un gol del Pibe Valderrama a Didí englobado y durante la narración dije “Didí, esa era la jugada”, luego en la calle la gente me decía “Didí, esa era la jugada” y me di cuenta que a la gente le gustó y la seguí utilizando hasta que la acomodé al remate del gol. Otra muy conocida es el del júbilo, que nace en honor a la frase del himno de Colombia, Oh júbilo inmortal y en los relatos la seguí utilizando: “Hay júbilo inmortal en Colombia” y luego los acomodé a cada uno de los equipos. Otro es el “Aquí está tu hijo”, lo cual es una huella del preolímpico en Bolivia, la idea era darle crédito a las ciudades o pueblos donde habían nacido los jugadores. Correspondiendo a un malestar de pelao mío, ya que cuando escuchaba que jugaban Osvaldo Calero, Óscar Bolaños y Eduardo Retat, en una Copa América, los cuales nacieron en Santa Marta, yo quería que contaran de donde venían y ese capricho se convirtió en una de mis marcas personales. A través de ellos hemos mencionado ciudades, municipios, caseríos y veredas que no los nombraría absolutamente nadie si no fuera por esto”.

Jorge Eliécer ha tenido varios seudónimos, que  lo han identificado en los 33 años de experiencia en la radio. “Mi primera chapa fue “Un canto a la emoción del fútbol”, me la puso Jairo Chávez cuando pasé por la ciudad de Cali, luego me siguieron buscando otros y sacaron la fácil, usted es “El Narrador de Colombia”. Ya en Medellín Norberto “El Papo” Díaz me empezó a molestar con “El Número Uno” y a mí no me gustaba, porque no me considero el mejor y coincidió que Peter Manjarrés me grabó una presentación con una canción que se llama el número uno y ahí están mis tres sobrenombres de la actualidad”.

Un canto a la emoción del fútbol espera poder gritar el gol más emocionante en tres años, uno de Colombia en el mundial de Brasil 2014. “Aunque, goles extraordinarios he vivido con los clubes, que los hemos disfrutado al máximo o por ejemplo muy recientemente el gol de Falcao, en la Paz, en el último minuto”.

“Afortunadamente he tenido la posibilidad de trabajar con grandes profesionales pero me gustaría algún día con el maestro Wbeirmar Muñoz, con Hernán Peláez e Iván Mejía”.

“En 20 años me veo en Santa Marta en una casa a las orillas del mar, con dos programas de Radio, uno de deportes y otro de música: Vallenatos, Salsa, Boleros, entre otros. Lo que pasa es que esto es una pasión. Por eso yo salgo del Coltejer a la una de la tarde y con las personas hago otro programa a la salida del mismo, a la una y media en la Oriental, a las dos en el Palo y a las dos y media en Girardot. Y eso es muy bueno porque uno está es entregado a la gente, y hay una retroalimentación y cae uno en cuenta en muchas cosas que no había detallado”.

Jorge es uno de los narradores de fútbol más admirados del país. Las personas le reconocen mucho su alegría y emoción, además de la rapidez de la descripción y narración. Pero, incluso sobre ser el Narrador de Colombia, el Número Uno y de llevar el Canto de la emoción, a este servidor humilde se le reconoce que no es el espectáculo del fútbol pero sí parte de él. Jorge Eliécer Torres, ¡y esa era la jugada!

Actualizado Medellín, marzo del 2018